El hábito de conducir es individual a cada una de las personas que ponen las dos manos en el volante. Cada uno conduce de forma personalizada, y de forma también única solemos tirar de una serie de hábitos que no siempre son positivos para conseguir una conducción eficiente, ni para ser ningún ejemplo de seguridad para el resto de miembros que forman parte del tráfico. Uno de ellos se ha extendido tanto que se ha convertido en uno de esos famosos bulos.
Esto es, cuando se propaga una información falsa creyéndose verdadera acerca de un sucedo concreto. Por lo que los hábitos también pueden convertirse en bulos y debemos tratar de hacer todo lo posible para evitarlo.
Tanto si circulas en carretera como si vas por la vía urbana, son muchas las formas de conducción y estilos del mismo que solemos adoptar. No hay distinciones entre géneros, más bien por el carácter del conductor.
Y también sobre todo de su responsabilidad como uno de los agentes del tráfico, que debe velar tanto por la seguridad vial del resto de conductores como por la suya propia.
Este es el mal hábito que se ha difundido falsamente y puede ser peligroso
Conducir en punto muerto con la idea de aligerar el gasto de combustible es un bulo en toda regla. Se trata de un hábito que sigue inmerso dentro de la sociedad conductora, que cree que podrá ahorrar si en la caja de cambios deja el famoso punto muerto.
Esto es, para aquellos que no conduzcan aún, la posición en la que dejamos la palanca de cambios sin meterla en ninguna marcha, ni en primera si vamos a salir ni en quinta si vamos por encima de los 80 kilómetros por hora.
Se había difundido durante muchos años el bulo de que si dejábamos la palanca de cambios en punto muerto, podríamos ahorrarnos un dinero en gasolina a la larga. Nada más lejos de la realidad.
¿Qué hábito podemos adoptar para ahorrar gasolina?
Si lo que queremos es poder ahorrarnos unos euros en plena inflación, donde el precio del combustible lleva por las nubes demasiado tiempo, lo mejor es adquirir algunos hábitos en la conducción que nos den un alivio en el bolsillo.
Uno de ellos puede ser el uso del aire acondicionado, ya que el ahorro podría llegar hasta al 12%. Otro plan es poder planificar tu viaje, con el objetivo de tomar las rutas y horarios más sencillos y eficientes.
La presión de los neumáticos es otro de los asuntos que debemos tener en cuenta. Y el peso del vehículo, ya que un coche pesado puede consumir hasta un 6% más de combustible.