Con la llegada del frio tenemos que buscar que nuestro organismo se refuerce. Con un organismo fuerte se puede hacer frente a enfermedades como la gripe, el resfriado o la hipertensión arterial. Una de las maneras de preparar a nuestro cuerpo es con la alimentación. Uno de los nutrientes que tenemos que tener en cuenta en esta época es la chirimoya. Esta fruta se encuentra en su mejor momento, aunque muchas personas la evitan porque se cree que sólo aporta calorías. Pero se equivocan.
Manuel Moñino, secretario del comité científico de la Asociación de la Promoción del Consumo de Frutas y Hortalizas ‘5 al día’, explica que la chirimoya «contiene una mayor cantidad de carbohidratos (el 20 por ciento de su peso), en su mayoría en forma de azúcares, que son responsables de su moderado valor energético (80 calorías por cien gramos). No contiene grasas, ni sodio y es una buena fuente de fibra, potasio y vitaminas B6 y ácido fólico».
Por otro lado, la chirimoya tiene una gran cantidad de fibra que nos protege de la hipertensión. Ylenia López Llata, dietista-nutricionista de Sprim (Salud, Prevención, Investigación e Información Médica), añade que “es rica en fibra dietética, pero sólo comparable con el plátano y superior al kiwi. Esta característica la convierte en un alimento que se puede usar en dietas que estimulen el tracto intestinal como en el tratamiento del estreñimiento habitual”.
El carácter laxante no tiene que preocupar a los que padezcan dolores estomacales, “en su composición existe una enzima llamada bromelina que facilita su digestión. Por ello, es una fruta indicada ante problemas o molestias digestivas además de hacerla muy aconsejable en personas convalecientes, con dispepsias o en ancianos, niños y embarazadas” concluye la dietista.
Beneficios de la chirimoya
La chirimoya contiene una gran cantidad de nutrientes como son las vitaminas del grupo B, potasio y ácido fólico que nos ayuda a luchar contra la hipertensión. El experto Manuel Moñino recalca “el potasio interviene en la transmisión y generación del impulso nervioso y en la actividad muscular. Además, ejerce un efecto protector del aparato cardiovascular. Por su parte, la vitamina B6 (piridoxina) se relaciona, junto con otras vitaminas del mismo grupo, con la salud cardiovascular y ambas intervienen en la síntesis de proteínas y en la regulación del metabolismo”.
Es por ello, que esta fruta sirve para protegernos de enfermedades como la gripe, el resfriado o la hipertensión arterial. Por último, añade que “las chirimoyas van muy bien en personas que estén consumiendo diuréticos ya que reponen la pérdida de potasio derivada de estos medicamentos”.
Fuente energética
Una cosa que hay que tener en cuenta es que la chirimoya tiene una considerable cantidad de azúcar. Por ello, la doctora María Teresa Barahona recalca que “debería limitarse su consumo en el caso de personas diabéticas o con intolerancia a la glucosa”. Además, “tiene una gran cantidad de glucosa y fructosa, pero también su contenido en fibra es elevado por lo que estos carbohidratos se absorben lentamente y no aumentan bruscamente la glucosa en sangre. No está prohibida, pero no se debe abusar”.
Pero en algunos aspectos es beneficiosa esa cantidad de azúcar. Como es el caso de los deportistas, “porque contribuye a la carga rápida de energía después del ejercicio. Además, puede aumentar la densidad energética en la alimentación de las personas mayores y niños con falta de apetito o con ingesta inadecuada de alimentos” concluye la doctora.
Según una investigación, liderada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, han conseguido eliminar las pepitas de un tipo de chirimoya. Es una variedad originaria de Tailandia llamada ‘Annona squamosa’. Los resultados se publicaron en la revista ‘PNAS’. «Los resultados de esta investigación abren la puerta a la posibilidad de, en un futuro, tras una serie de cruces entre ‘A. squamosa’ y la chirimoya, obtener chirimoyas sin pepitas y quizá también puedan ser aplicables a otras especies frutales» expone el investigador del CSIC José Ignacio Hormaza.