Hay muchas formas de irse a dormir de una forma más sencilla y llevadera. El ajetreo y el estrés del día a día no nos permite conciliar el sueño con facilidad, por eso ingerir alcohol en moderadas cantidades nos puede ayudar a dormir justo lo que necesitamos.
Porque el descanso es fundamental en el ser humano para poder afrontar el día siguiente con energía. El organismo se resiente si no lo hacemos y son muchos los psicólogos que advierten que el descanso es igual de importante que el trabajo en muchas ocasiones.
Ahora que llegan las fechas navideñas y el alcohol brilla por su presencia en las mesas a lo largo y ancho del país, puede ser beneficioso que controlemos la cantidad de alcohol digerido y aprovechemos el descanso al que nos anima la bebida.
Beneficios
- Por ejemplo, al ingerir una copa de vino o sucesivas, sin pasarse, el cuerpo acelera los procesos metabólicos y por eso tenemos esa sensación de falsa seguridad que se une al placer y la tranquilidad que sin duda es beneficiosa para nuestro organismo.
- Desde varios portales webs que analizan cómo se pueden extraer cosas positivas de ciertas consumiciones, destacan cómo el tequila es otra de las bebidas que recomiendan algunos profesionales de la salud, siempre en bajas cantidades.
- Al igual que sucede con el vino, pero de forma más nítida, el alcohol ofrece ese efecto sedante y nos ayuda a que nuestros músculos del cuerpo estén completamente relajados, así que la calidad de sueño que tenemos inmediatamente después de ingerirlo es mayor que en condiciones normales.
Una copa de vino sienta bien
Siempre ha sido una de las afirmaciones más difundidas y apoyadas por los profesionales sanitarios no sólo para mejorar el descanso, sino también para mejorar otras funciones del organismo que se consiguen gracias a los beneficios del alcohol.
Hay igualmente otras opciones que poder consumir antes de beber que está demostrado que ayudan a mejorar la calidad del sueño, como es la leche tibia antes de acostarse, algo que suelen hacer los más pequeños pero también los mayores.
En ese mismo sentido, también triunfan bebidas calientes como el té de diferentes sabores que tranquiliza espíritu y mente, y también producen ese efecto de satisfacción y relajación muscular que puede propiciar un mejor sueño.
Está desaconsejado igualmente ingerir el té negro por sus altos niveles de cafeína, ya que provoca insomnio. En ese catálogo de bebidas no aconsejadas se encuentran muchos de los refrescos que reinan la carta de nuestro día a día, así como el café.
Sí está contemplado podamos beber otros caldos calientes como el chocolate, algunos batidos o el café descafeinado, que sin duda nos animarán a que tengamos sueño pasadas unas horas de su consumición, reduciendo el estrés considerablemente.