Beber refrescos es una de las situaciones más normalizadas que tenemos hoy día. Lo cierto es que en favor de nuestro sistema digestivo, no es la forma más saludable de entender que nuestra flora intestinal puede verse afectada. No es cuestión, lógicamente, de privarnos siempre de todo, pero lo cierto es que para que nuestra dieta sea rica y equilibrada, debemos minimizar el consumo de azúcares.
Porque es precisamente en esa cantidad de fructosa donde está el mal. En este artículo vamos a comentar qué le pasaría a tu cuerpo en el supuesto de que tomes un refresco cada día.
Hay voces que indican que los refrescos es uno de los peores alimentos ultraprocesados que puedes tomar, así lo indican los expertos en nutrición y dietética.
El secreto de la alimentación siempre está en el equilibrio, pero hemos de ser capaces de encontrar sustitutos a tanto azúcar aunque a veces nos cueste mucho aceptarlo.
¿Qué le pasa al cuerpo si tomamos refrescos?
A la hora de beber ciertos refrescos, como pueden ser un Coca Cola o un Fanta, entre otros, nos damos cuenta de que hay bastantes calorías en dichas bebidas.
Eso provoca que haya una rápida absorción, que a su vez subirá el pico glucémico a cotas insospechadas. Y a nadie le conviene tener una glucemia con el azúcar alta.
¿Cuáles son los principales problemas que presenta entonces nuestro organismo cuando consumimos refrescos? Aquí te los detallamos de forma simple:
- Son claramente adictivos
- Aportarás demasiadas calorías y cogerás peso
- El azúcar añadido subirá tu tensión arterial
Como podrás saber, una lata normal de 330 mililitros de Coca Cola contiene nada más y nada menos que 139 calorías y 35 gramos de azúcar.
Usualmente, el tipo de azúcar que suelen llevar los refrescos es la fructosa, que es digerida, absorbida y metabolizada por el cuerpo de manera distinta que la glucosa.
¿Y qué pasa con los refrescos light y zero?
En la actualidad, muchas personas sustituyen el azúcar de algunos refrescos como los que hemos indicado anteriormente con otro tipo de bebidas, al parecer, más saludables.
Pero lo cierto es que no tienen un aporte energético esencial que de alguna forma respalde la importancia de tomar este tipo de refrescos, decimos, los light y zero.
Por lo que pese a que no exista una subida de la azúcar en tu sangre, o se evite una subida o problemas en tu circulación sanguínea, sí podemos tener problemas de peso.
Hay estudios que confirman que el uso de edulcorantes, tales como los refrescos sin azúcar, también arrojaron datos de una mayor incidencia en la obesidad abdominal. En Estados Unidos, se llega al caso de que 1 de cada 5 personas sufre obesidad.