Las puertas lacadas están en una gran cantidad de casas de todas partes del mundo. Y es que sin duda este material lleva utilizándose desde hace años para conseguir mantener este objeto de la mejor manera posible con el paso de los años. Así, la limpieza de las puertas acabadas con este tipo de pintura puede ser muy complicado si no tenemos los pasos y los productos necesarios para hacerlo. Sobre todo si estas tienen un acabado en color blanco.
Si las puertas lacadas que vamos a limpiar no son de color blanco estas no son nada difíciles de limpiar. Ya que solo tendremos que pasarles un paño húmedo y secarlas bien para que queden como nuevas. Siempre y cuando no las limpiemos muy a menudo ya que pueden ir perdiendo el material con el que están recubiertas, y las cuidemos a diario para no ir perjudicándolas durante todos los días.
Sin embargo, si las puertas están acabadas en color blanco puede que necesitemos algo más de tiempo y algunos conocimientos de limpieza para poder dejarlas tan nuevas y limpias como el primer día.
¿Cómo puedo limpiar las puertas lacadas?
Como hemos mencionado anteriormente, hoy en día la gran mayoría de las puertas que se venden están lacadas. Y es que esto va a dar mayor durabilidad al material con el que están fabricadas, en este caso la madera, y van a ser más resistentes al paso de los años y a los daños que se pueden ocasionar por el uso.
Así, la limpieza de las puertas lacadas en color madera u oscuro no tiene mayor complicación que darles con un paño húmedo y secarlas después para devolverles su brillo natural.
Ahora bien, el trabajo se hace algo más pesado si nuestras puertas lacadas tienen un color blanco o claro. En los cuales se puede ver más la suciedad y, por consiguiente, hacer más difícil su limpieza.
En este sentido, para la limpieza de las puertas lacadas de color blanco necesitamos un paño húmedo con agua tibia y un poco de jabón neutro. A continuación, seca la superficie para que no quede ningún tipo de humedad y verás como han desaparecido todas las manchas.
De hecho, en la mayoría de ocasiones el truco está en secar muy bien la puerta lacada para que quede brillante como el primer día. Y es que sin duda pasar un trapo seco después de limpiarla con jabón es algo que va a marcar la diferencia.
¿Y qué pasa con la limpieza de las puertas de madera?
Por otro lado, las puertas de madera también necesitan una limpieza concreta para que no se estropeen con el paso de los años. Ya que la madera es un material resistente, pero que como cualquier otro necesita sus cuidados para que dure intacta años y años.
Así, lo mejor es empezar usando un plumero para eliminar el polvo más superficial. Y, a continuación, emplea un paño seco o una bayeta de microfibra limpia con agua y jabón neutro. Después debes retirar de la misma forma el producto con un paño limpio.
Como puedes observar, utilizar jabón neutro es una de las mejores opciones para la limpieza a fondo de cualquier superficie de madera que tengamos en nuestro hogar. Ya que realmente es un producto que no va a dañar el material, y va a conseguir eliminar todo tipo de manchas y suciedad.