El sodio es un nutriente fundamental que el cuerpo humano necesita, principalmente, en pequeñas cantidades. Se trata de un nutriente clave para mantener los fluidos corporales en equilibrio; además de influir en el funcionamiento correcto de nervios y músculos.
No obstante, contar con un exceso de sodio en el organismo puede ser perjudicial para la salud y supone un factor de riesgo cardiovascular; especialmente porque provoca un aumento considerable de la hipertensión.
Si bien, en Estados Unidos y en otros muchos países como España, la mayoría de personas consume más sodio del necesario a través de la alimentación. Este alimento está presente principalmente en la sal, aunque también forma parte de la composición de numerosos productos y alimentos.
El sodio y la hipertensión
Los niveles altos de sodio provocan un aumento de la hipertensión debido a un proceso lógico. Este nutriente atrae el agua, por lo que una dieta alta en sodio incorpora una mayor cantidad de agua al flujo sanguíneo, aumentando el volumen de sangre y de forma derivada la presión sanguínea.
Así, desde la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos (FDA) explican que la presión sanguínea o hipertensión es una afección de salud que se produce cuando esta presión se mantiene elevada de forma constante.
Cuando se produce un periodo de hipertensión, el corazón tiene la necesidad de trabajar más fuerte y la potencia alta del flujo sanguíneo puede causar daño en las arterias y en algunos órganos vitales.
Por tanto niveles elevados de sodio suponen un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular, ataque cardíaco, embolia, enfermedad renal, ictus o incluso ceguera.
Con todo ello, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan consumir menos de 5 gramos de sal al día, siendo equivalente a un poco menos de una chucha de té.
Como reducir el consumo de sal
Teniendo en cuenta los problemas que puede provoca un exceso de sodio en el organismo, desde la FDA enumeran 9 consejos sencillos para reducir la ingesta de este nutriente de forma diaria:
- Presta atención a la etiqueta nutricional del alimento.
- Prepare su propia comida siempre que sea posible. De este modo podrá reducir la cantidad de sal añadida.
- Reduzca el consumo de salsas envasadas, preparados y productos instantáneos. Por lo general son ricos en sodio.
- Utiliza especias para dar sabor a los alimentos como alternativa a la sal.
- Opta siempre por comprar alimentos frescos antes que procesados.
- Compre verduras frescas y lávalas con agua antes de su consumo para reducir la cantidad de socio.
- Seleccione aperitivo bajos en sodio, como los frutos secos o semillas.
- Reduzca el tamaño de las porciones. Comer menos cantidad de un producto se refleja directamente en un menos consumo de sal.
- Cuándo comas fuera de casa en bares o restaurantes, seleccione siempre que pueda platos bajos en sodio.
Siguiendo todos estos consejos aportados por los expertos de la FDA es posible reducir el consumo de sodio a través de la alimentación y por tanto disminuir el riesgo de afecciones de salud producidas por un incremento de la presión sanguínea.