Un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Universidad de Yale (Estados Unidos) confirma los beneficios para la salud de las restricciones calóricas moderadas en los seres humanos. Como por ejemplo, el ayuno intermitente o la dieta baja en carbohidratos.
Estos expertos identificaron una proteína clave que podría aprovecharse para prolongar la salud en los humanos, según publican en la revista ‘Science’.
Décadas de investigación han demostrado que la limitación de la ingesta de calorías en moscas, gusanos y ratones puede aumentar la duración de la vida en condiciones de laboratorio. Pero no estaba claro si esa restricción calórica como el ayuno intermitente, puede hacer lo mismo en los seres humanos.
Para el ensayo, los investigadores establecieron primero la ingesta calórica de referencia entre más de 200 participantes en el estudio.
A continuación, pidieron a una parte de esos participantes que redujeran su consumo de calorías en un 14%, mientras que el resto siguió comiendo como de costumbre. Y analizaron los efectos a largo plazo de la restricción calórica en la salud durante los dos años siguientes.
El ayuno intermitente podría reducir la inflamación y prevenir enfermedades
El objetivo general del ensayo clínico era comprobar si la restricción calórica es tan beneficiosa para los seres humanos como lo es para los animales de laboratorio. Explica Vishwa Deep Dixit, autor principal del estudio.
Y si lo es, añade, querían entender mejor qué hace la restricción calórica en el cuerpo específicamente que conduce a la mejora de la salud.
Dado que investigaciones anteriores han demostrado que el ayuno intermitente y otras dietas restrictivas en ratones puede aumentar las infecciones, Dixit también quería determinar cómo la restricción calórica podría estar relacionada con la inflamación y la respuesta inmunitaria.
«Porque sabemos que la inflamación crónica de bajo grado en los seres humanos es uno de los principales desencadenantes de muchas enfermedades crónicas. Y, por tanto, tiene un efecto negativo en la duración de la vida», añade Dixit, director del Centro de Investigación sobre el Envejecimiento de Yale.
Desarrollo del estudio sobre el ayuno intermitente y la restricción calórica
Dixit y su equipo empezaron por analizar el timo, una glándula que se sitúa encima del corazón y produce células T, un tipo de glóbulo blanco y una parte esencial del sistema inmunitario. El timo envejece a un ritmo más rápido que otros órganos.
Según Dixit, cuando los adultos sanos alcanzan los 40 años, el 70% del timo ya es graso y no funciona. Y a medida que envejece, el timo produce menos células T.
Para el estudio, el equipo de investigación utilizó imágenes de resonancia magnética (IRM). Para determinar si había diferencias funcionales entre las glándulas del timo de los que restringían las calorías y los que no.
Descubrieron que las glándulas del timo de los participantes que limitaban la ingesta de calorías tenían menos grasa y un mayor volumen funcional después de dos años de restricción calórica.
Lo que significa que estaban produciendo más células T que al comienzo del estudio. Pero los participantes que no restringían sus calorías no tenían ningún cambio en el volumen funcional.
Una reducción de calorías tiene beneficios en el estado inmuno-metabólico
El equipo había estudiado el tejido adiposo, o grasa corporal, de los participantes sometidos a una restricción calórica en tres momentos: al principio del estudio, después de un año y después de dos.
La grasa corporal es muy importante, recuerda Dixit, porque alberga un sistema inmunitario robusto. Hay varios tipos de células inmunitarias en la grasa, y cuando se activan de forma aberrante, se convierten en una fuente de inflamación, explica.
«Hay mucho debate sobre qué tipo de dieta es mejor -baja en carbohidratos o en grasas, aumento de proteínas, ayuno intermitente, etc. Y creo que el tiempo dirá cuáles son importantes», comenta Dixit.
«Pero CALERIE es un estudio muy bien controlado que demuestra que una simple reducción de calorías, y ninguna dieta específica, tiene un efecto notable en términos de biología y de cambio del estado inmuno-metabólico en una dirección que es protectora de la salud humana», finaliza el experto.