Un año «catastrófico» para la dependencia: más de 55.000 muertes en lista de espera

La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales hace balance en materia de dependencia de 2020, un año para el olvido

dependencia silla de ruedas

Silla de ruedas - Foto de Canva

La pandemia del Covid-19 sigue presente. Desde que llegó, el virus nos cambio la vida en todos los aspectos: social, sanitaria y económicamente. Uno de los sectores más afectados es el de la dependencia. Y es que las residencias fueron el gran primer foco de la pandemia del Coronavirus. Imágenes que tenemos grabadas en nuestra mente y que difícilmente olvidaremos.

La Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales publicó el pasado mes de marzo un balance de 2020. El resultado en el sistema de atención a la dependencia es «catastrófico». Un año, como ya indicamos desde Tododisca, en el que se dio pasos atrás.

Las cifras son dramáticas y para llevarse las manos a la cabeza. En 2020 murieron 248.751 personas que habían cursado una solicitud de dependencia, donde el exceso de muertes fue superior a las 50.000 con respecto a lo esperado. Además, 55.000 personas fallecieron esperando alguno de los trámites de la ley. Una media superior a las 150 muertes por día.

Y es que las listas de espera son alarmantes, ya que las personas con dependencia tiene que esperar de media 430 días para ser atendidos. Esto hace que muchas personas no lleguen a tener esa ayuda, ya que fallecen en la lista de espera.

«El Covid-19, el complejo procedimiento y que el Ministerio de Derechos Sociales no incrementara el presupuesto en un solo euro nuevo el año pasado han hecho retroceder el sistema. En cuanto a plazas de centros de día y de residencias, por ejemplo, hemos vuelto a datos de septiembre de 2017”, expone José Manuel Ramírez, presidente de la asociación.

Déficit histórico de personas con dependencia

El 2020 se cerró con cifras negativas en cuanto a personas atendidas con dependencia. A finales de año había 1,1 millones de personas atendidas, 28.564 menos que al inicio. Eso supuso que por primera vez, desde 2014, se redujo el número de personas consideradas en situación de dependencia.

Esta bajada tiene dos vertientes muy claras. Por un lado, las muertes de personas dentro del sistema de dependencia. Por otro lado, los trámites se ralentizaron, acabando el año con menos solicitudes y resoluciones.

Además, en 2020 solo se incrementó en 9.047 el número de personas que reciben servicios o prestaciones, «lo que supone un retroceso del 86% respecto al aumento de atenciones de 2019 y del 91% respecto a 2018».

Una situación «catastrófica», como aseguran desde la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Y es que al ritmo de atención de 2020, se tardarían 26 años en acabar con la lista de espera.

La lista de espera la forman las personas que aun teniendo reconocida una prestación o servicio, no los perciben. A final de 2020 esa lista ascendía a 232.243 personas, el 17% de todos los que tenían derecho a atención. Además, hay que contar también con las que están a un paso previo, esperando para que les valoren y saber si tienen derecho a una prestación y pueden incorporarse al sistema. En este caso, son 141.556 casos más, haciendo un total de 373.799 entre ambos procedimientos.

Desde el inicio de la pandemia, de marzo a diciembre, se redujo la lista de espera. Pero no por que se concedieran más ayudas, sino porque 35.592 personas en lista de espera fallecieron. Un dato que revela la asociación y que preocupa es que 4 de cada 5 personas que abandonaron la lista de espera en 2020 fue por muerte, mientras que solo 1 de 5 fue atendido.

Desigualdad territorial

El informe señala unas claras diferencias territoriales entre las diferentes comunidades autónomas. Por ejemplo, si la media nacional para tramitar un expediente de dependencia es de 430 días, en lugares como Ceuta (76) o País Vasco (138) es mucho más inferior. En el polo opuesto se encuentra Canarias, donde la media se alarga a dos años y medio, con 927 días de media.

También es desigual la gestión, ya que muchas comunidades acabaron 2020 con menos beneficiaros de los que comenzaron, como La Rioja (7,8% menos), Madrid (7,1%), Aragón (4,3) y Cataluña (4,2). Otras aumentaron sus usuarios, como la Comunidad Valenciana (15,7%), Asturias (14,8%) o Baleares (11,6%).

Además, la asociación ha elaborado una escala, del 1 al 10, utilizado 14 indicadores sobre dependencia. La media de España ha pasado del 5 al 4, lo que deja en evidencia el retroceso en el sistema. Tan solo aprueban 8 comunidades, y las única que pasan del notable son Castilla y León, con un 8,9, Andalucía y Castilla-La Mancha, con un 7,1.

Salir de la versión móvil