Las grandes compañías tecnológicas apuestan por la accesibilidad de las personas con discapacidad. Y es que cinco de las grandes –Meta, Apple, Google, Amazon y Microsoft– se han unido para colaborar con la Universidad de Illinois, en Estados Unidos. El objetivo de dicho encuentro es mejorar los sistemas de reconocimiento de voz para comunidades de personas con necesidades especiales. Siempre se ha dicho que la tecnología bien utilizada siempre es un buen aliado para las personas con discapacidad.
El trabajo conjunto de estas grandes empresas es el Proyecto de Accesibilidad del Habla. Dicha iniciativa de investigación pretende que esta tecnología sea más inclusiva y sea capaz de atender a diversos patrones del habla que habitualmente no son considerados por los algoritmos de Inteligencia Artificial (IA).
De hecho, han elaborado un listado de enfermedades que afectan al habla, entre las que se encuentra:
- Enfermedad de Lou Gehrig
- Esclerosis lateral amiotrófica
- Parkinson
- Parálisis cerebral
- Síndrome de Down
Por ese motivo, es posible que muchas personas afectadas no puedan utilizar y beneficiarse de las herramientas de reconocimiento de voz.
La tecnología a favor de las personas con discapacidad
Desde el Instituto Beckman de Ciencia y Tecnología Avanzadas de la universidad apuntan a que con la inteligencia artificial y aprendizaje automático (‘machine learning’) las empresas de tecnología pueden abordar este problema.
Por ese motivo, el Proyecto de Accesibilidad del Habla se encargará de recopilar muestras de habla de personas voluntarias con diversidad de patrones del habla. Todo con el objetivo de crear conjuntos de datos anónimos que puedan servir para entrenar modelos de aprendizaje automático.
Para ello, se ha creado un equipo interdisciplinario con experiencia en lingüística, voz, IA, seguridad y privacidad, algo que supone un «importante desafío», en palabras del profesor de ingeniería eléctrica e informática de la universidad, también director del proyecto.
Asimismo, esta iniciativa ya cuenta con el respaldo de cinco de las grandes empresas tecnológicas del mundo. Se trata de Apple, Meta, Google, Amazon y Microsoft, que presentan la infraestructura necesaria para hacer posible este reto.