Los riñones son una parte del cuerpo fundamental, cuyo funcionamiento se encuentra muy influenciado por el tipo de alimentación que realizado. Es decir, en circunstancias normales la nutrición con determinados alimentos juega un papel clave en la salud renal.
Si bien, cuando existe algún tipo de enfermedad renal, es clave establecer un plan de alimentación que no perjudique aún más la salud de los riñones y facilite el funcionamiento de los mismos.
Normalmente, cuando existe una enfermedad renal, un especialista médico en la materia introduce una serie de recomendaciones alimenticias al respecto. Siempre dependiendo de la enfermedad y el grado de gravedad.
Alimentos indicados para la salud de los riñones
La alimentación tiene una gran influencia en la salud. Por lo tanto, mantenerse en un peso saludable y limitar la ingesta de sal y grasas en los alimentos es ideal para controlar la presión arterial. En este sentido, es recomendable controlar la presión arterial y la diabetes para prevenir un empeoramiento en la enfermedad renal.
Hay que tener en cuenta que una dieta renal saludable limita el consumo de determinados alimentos, para prevenir que los minerales de dichas comidas se acumulen en tu cuerpo.
Cuando se establece un plan alimenticio para cuidar la salud de los riñones es necesario llevar a cabo un seguimiento de la cantidad de ingesta de determinados nutrientes y alimentos. Por ejemplo, proteínas, calorías, grasa y carbohidratos.
Recomendaciones de alimentación
Empezamos hablando del sodio, conocido popularmente en la alimentación como sal. Prácticamente, todos los alimentos contienen una dosis de sodio de forma natural. Por tanto, a la hora de elaborar ciertas recetas es recomendable no añadir sal.
Esto es así porque el exceso de sodio en el organismo puede derivar en hinchazón y elevar la presión arterial. De esta forma, se puede originar más daño en los riñones y provocar un sobreesfuerzo en el trabajo del corazón.
Grasa
En cuanto a las grasas, es necesario dejar claro que el organismo necesita una dosis adecuada de este nutriente para mantenerse saludable. Las grasas aportan energía, pero en exceso pueden llevar a un incremento de peso y desarrollo de enfermedades del corazón.
En este sentido, es aconsejable seleccionar las grasas más saludables en la alimentación, las cuales se conocen como grasas no saturadas. Ejemplos de este tipo de grasas son alimentos como el aceite de oliva, aceite de cacahuete o aceite de maíz.
Proteínas y carbohidratos
Por otra parte, es necesario consumir alimentos ricos en proteínas, pues este nutriente es básico para el organismo. Sin embargo, un consumo elevado de proteínas puede conllevar diferentes perjuicios de salud.
Para preservar la salud de los riñones es adecuado ajustar la ingesta de proteínas. En concreto, las personas con enfermedad renal deben limitar el consumo de proteínas o cambiar su fuente de obtención. Esto es debido a que una dieta ricas en proteínas puede provocar que los riñones trabajen más duro y les cause daño.
Finalmente, también es adecuado tener un control sobre la ingesta de alimentos y su contenido en carbohidratos.
En este sentido, algunas fuentes saludables de carbohidratos se encuentran en alimentos como las frutas y verduras; mientras que las fuentes no saludables de este nutriente incluyen miel, azúcar, caramelos, refrescos y otras bebidas azucaradas.