Faltan horas para que vuelva a ser Nochevieja, una de las citas más especiales del año y con la que despediremos el 2021. Y seguramente lo harás con ropa interior roja, ¿pero sabes realmente a qué se debe que nos vistamos con ese color estas fiestas navideñas?
La Navidad está llena de tradiciones y una es esa: que los hombres se compren unos calzoncillos rojos, y las mujeres, sujetador y bragas del mismo color para entrar de la mejor forma posible en el año venidero, que en este caso será 2022.
Pero no todo el mundo conoce cuáles son los motivos exactos por los que teñimos nuestra ropa más íntima en estas semanas sumamente especiales para tantas familias. Y lo mejor de todo: hay quien cree ciertas leyendas que no son del todo ciertas.
¿Suerte?
Porque hay mucha gente que confía en que el principal fundamento por el que nos vestimos con ropa interior de color rojo es porque da suerte. La diosa fortuna nos lo premiará en los meses que están por venir y tendremos más deseos personales y profesionales cumplidos.
Pero eso no es del todo cierto, aunque sea una de las historias más difundidas en las sobremesas de estos días. Lo que sí es real en la emoción de toda creencia es que el origen de esta forma de darle la bienvenida al año se remonta nada más y nada menos que a la Edad Media.
- Y es que el color rojo estaba siempre ligado al demonio y la brujería, así que llevarlo en la ropa en aquella época era poco menos que un sacrilegio, algo que nunca se hacía.
- Otra razón que comenzó a divulgarse por las calles fue que el invierno, en los sitios más fríos, llena todo de blanco gracias a la nieve. Por eso llevar algo rojo simbolizaba la vida y la buena suerte en contraposición a la tristeza y la muerte.
- Al no estar ampliamente aceptada, en vez de llevarlo por fuera, la gente comenzó a vestir de rojo por dentro, a hurtadillas, para de alguna forma darle cabida a la pasión. Eso es lo que cuenta la leyenda.
Un imán rojo de emociones
Han ido pasando las décadas y las generaciones han ido legando un rito que sobrepasa todos los continentes, y ya se cuentan por miles las familias que usan algo rojo en su vestimenta interior con objeto de atraer la prosperidad, la paz o el amor.
Es más una mera cuestión de entretenimiento y diversión que algo casi tangible, ya que no hay documentación que pruebe el origen de esta costumbre. De hecho, si recibes un regalo en ese contexto de algo rojo, para muchos tiene un doble componente emocional si cabe.
El rojo no tiene por qué aparecer forzosamente en calzoncillos o braguitas; también puede hacer acto de presencia por medio de lazos de color rojo, o de otros colores en otros países, que igual dan colorido a nuestras fiestas navideñas.