El ahorro energético sigue siendo una cuestión de necesaria conversación en España. Independientemente de los precios que imponen las empresas eléctricas, que impiden que el Gobierno pueda actuar para alivio de los bolsillos de los ciudadanos, las familias lamentan tener que seguir apretándose el cinturón en todos los sentidos, sufriendo de primera mano los efectos de la inflación debido a la crisis económica. Pequeños gestos ayudan mucho siempre y cuando se hagan con conocimiento, y estas semanas de continuas olas de calor dificulta mucho que podamos vivir sin aire acondicionado, algo que suele gastar mucho al estar varias horas puesto.
¿Qué ocurre? Que cada vez son más los profesionales que se adhieren a la tendencia de poner el aire acondicionado a una temperatura algo más alta de lo que normalmente lo situamos. De esta forma, quizá el ambiente no esté tan frío, pero consigue que la casa no tenga que hacer grandes esfuerzos para cambiar la temperatura, y exigirle así más al aire acondicionado, lo que redunda finalmente en un gasto menor de este electrodoméstico que puede venirle muy bien a nuestra factura a final de mes.
¿Cuánto es la temperatura ideal para poner en el aire acondicionado?
Cabe señalar que como medida de ahorro general, se va pidiendo a las familias que se vaya reduciendo en un 7% el consumo de gas a nivel nacional, con el objetivo de que en invierno, como pasa en verano, la calefacción no sobrepase los 19 grados. Ahora bien, esto es orientativo siempre porque depende de la humedad de donde vivamos y si realmente seguimos teniendo sensación de calor o frío: ¿Cuánto podemos ahorrar si preservamos la temperatura en estos 27 grados?
Normalmente, los expertos en aires acondicionados aconsejan que la temperatura ideal está entre los 23 y 25 grados en los meses de verano, siempre que no estemos realizando ejercicios físicos en el interior de casa. Por lo que por cada grado que subamos, se aumenta de un 8% a un 10% del gasto a nivel general.
El ahorro real de subir 4 grados el termostado
Debemos conocer en primera instancia, para saber cuál es el ahorro real y monetario, que supone aumentar 4 grados el termostato, cuánto vale cada KWh de electricidad que consumimos, algo que va variando.
En referencia a la página web de la Red Eléctrica Española, el valor medio de este tipo de grados asciende a 0,4 euros/kWh, que es el precio bruto al que habrá que sumar impuestos cuando nos llegue la temida factura. Si además tenemos la suerte de tener un aire acondicionado de los llamados inteligentes, el consumo bajará incluso al 50% gracias a los llamados ciclos intermedios con menor consumo. Si ponemos el aire unas tres horas el día, el gasto será de 25 euros mensuales con estas cifras, y si subimos 4 grados la temperatura, hasta los 27 grados, ahorraremos 10 euros al mes con tres horas de funcionamiento, y si lo ponemos diez horas, ahorraremos unos 27 euros al mes.