La psicología infantil consiste en el estudio del comportamiento de un niño desde que nace hasta la adolescencia. Esto pretende tratar los fenómenos e irregularidades del desarrollo psíquico del niño. Esta función de la psicología se centra especialmente en los aspectos físicos, cognitivos, motores, perceptivos, afectivos y sociales de los más pequeños.
Además, la psicología infantil se abre en dos variables: la ambiental, que es la influenciada por los padres o amigos; y la biológica, determinada por la genética.
En este sentido, nacen los psicólogos infantiles, que son expertos que se encargan de entender y explicar el desarrollo y comportamiento del menor. Para lograrlo, se apoyan en diferentes terapias para poder diagnosticar y tratar los problemas emocionales, sociales, afectivos o de aprendizaje, que pueden darse en un niño.
¿Problemas más comunes de la psicología infantil?
Los niños en edades cortas son auténticas bombas de relojería, por lo que no es de extrañar que tengan problemas psicológicos que pueden remediarse. En este caso, los problemas más frecuentes en niños son:
Bullying
El acoso escolar es el maltrato o abuso más común en niños. Este abuso, sin motivo evidente, es propiciado de forma continuada por un compañero del ámbito académico. Este maltrato puede ser tanto físico, psíquico, social o verbal, y es de vital importancia frenarlo a tiempo para no generar miedos e inseguridades en quienes lo sufren, algo que podría generar problemas en su vida adulta incluso.
Fobia escolar
Los niños con fobia escolar sienten pánico de acudir al colegio a causa de un miedo sobre algún aspecto de la situación escolar. Esto crea un nivel de ansiedad elevado y el profundo rechazo del niño de acudir al colegio.
Autismo
Este trastorno neuropsiquiátrico también se estudia en la psicología infantil. Se caracteriza por el aislamiento social, las dificultades de comunicación y los patrones de conducta que siempre suelen ser los mismos.
Depresión infantil
Este trastorno se caracteriza por una alteración en el estado de ánimo del menor. Esto puede asumirlo en un profundo estado de tristeza o padecer cambios bruscos de humor.
Amigos imaginarios
Pese a que este fenómeno enriquece la imaginación y la interacción social, es importante observar como evoluciona el problema. Los «amigos imaginarios» suelen ser casos idealizados como duendes, hadas o superhéroes, o amistades invisibles con las que jugar.
Tics nerviosos
Estos movimientos son bruscos, cortos, involuntarios y repetitivos. Las causas de este trastorno pueden ser físicas o psicológicas y, en consecuencia, pueden provocar problemas conductuales y sociales. Normalmente, este trastorno desaparece a los meses.
Trastorno por déficit de atención e hiperactividad infantil (TDAH)
Este trastorno del comportamiento está caracterizado por la distracción, periodos de atención transitoria, inquietud e inestabilidad emocional, hiperactividad y conductas impulsivas.
Divorcio de los padres
El divorcio de los padres puede provocar en el niño un importante impacto emocional. La separación puede provocar diferentes actitudes que afectan a los distintos ámbitos de su alrededor: sociabilidad, autoestima, estudio, comportamiento, etc.
Diferentes fases de la psicología infantil
Durante la infancia de los niños se va desarrollando la personalidad y los rasgos que tendrán adquiridos en el futuro. Este desarrollo se divide en diferentes etapas psicosexuales que equilibrarán la personalidad del niño en su edad adulta. Esto se divide en las siguientes fases:
- Fase oral: En las primeras etapas de la vida de un bebé, la boca es la zona de placer, frustración y conflicto. Morder un jueguete o chupar el pipo, son las únicas motivaciones de los niños en su primer año. Esta fijación puede provocar en el futuro inmadurez, pasividad y dependencia.
- Fase anal: Los niños de uno a tres años comienzan a investigar sobre la zona anal y uretral. Aprenden sobre la posesión de las cosas y el desprendimiento de las mismas. La fijación en esta etapa puede dar lugar a personas tercas, desorganizadas y obsesivas.
- Fase fálica: Niños de tres a seis años. En esta etapa los niños comienzan a ser conscientes de su propio cuerpo y las diferencias entre sexos. Por ello, pueden darse dos situaciones: complejo de Edipo, en la que el niño se ve atraído por su madre; y en el complejo de Electra, en el que las niñas se sienten atraídas por su padre. Esto podría provocar problemas futuros de identidad sexual.
- Periodo de lactancia: Ocurre entre los seis y 12 años. En esta etapa se consolidan y elaboran los rasgos y habilidades adquiridos anteriormente.
- Fase genital: Comprende la pubertad y la edad adulta. En esta etapa se consigue la capacidad de enfrentar y resolver los conflictos infantiles anteriormente mencionados, culminados en la maduración sexual del individuo.