Vivimos en una sociedad que vive constantemente estresada. Las cargas de trabajo, la incertidumbre causada por la pandemia y las causas personales de cada uno, están provocando una avalancha de episodios de insomnio y trastornos del sueño. Esto está produciendo síntomas de estrés crónico en la población, por lo que está afectando seriamente en la vida de muchas personas.
Las consecuencias más conocidas del estrés son la somnolencia, fatiga, irritabilidad, y el agotamiento físico y mental. Sin embargo, vamos a centrarnos en el insomnio por el estrés, caracterizado por despertares nocturnos cada vez más frecuentes, pocas horas de sueño y nada de descanso reparador. Si este es tu caso, revisa nuestros consejos.
El estrés nos lleva al insomnio, y el insomnio nos produce estrés. Esto nos produce un círculo vicioso entre la falta de sueño y el estrés, que nos puede llevar a desarrollar trastornos de ansiedad y hasta depresión.
En primer lugar, debemos hacer un balance de nuestro control del estrés. Un poco de estrés en nuestra vida no es malo, incluso es saludable ya que activa mecanismos de defensa y desencadena la producción de hormonas que nos permiten reaccionar de manera más rápida y enérgica.
Pese a ello, cuando la situación estresante acaba, nuestro cuerpo debe volver a sus niveles normales. Si esto no sucede, el estrés comienza a volverse crónico y aparecen las primeras consecuencias, entre ellas, las complicaciones para poder dormir.
¿Cómo combatir el insomnio por estrés?
Lograr vencer el insomnio por estrés es fundamental para poder sentirnos mucho mejor y notarás como tus problemas irán desapareciendo poco a poco. Por esta razón, detallamos diferentes consejos para poder acabar con esta incómoda sensación en nuestro día a día.
- Acuéstate en cuanto tengas sueño: Retrasar la hora de dormir es algo que nos ayuda a facilitar a conciliar el sueño. Si dejas pasar el momento, el nuevo ciclo del sueño no llegará hasta una hora y media después. Si logras dormirte en el momento adecuado, por la mañana amanecerás más descansado y podrás enfrentar a tus problemas con mayor sosiego y con un poco menos de estrés.
- Nada de móviles: Las pantallas de los móviles, tablets o teles, producen una luz azul que impide la producción de melatonina, más conocida como la hormona del sueño. Escoge un buen libro u opta por los audiolibros, que te permitirán cerrar los ojos y desconectar.
- Silencio, oscuridad, frescura: Estas pautas son claves para lograr un buen ambiente para dormir si sentimos que el estrés llama a nuestra puerta. Si no logras oscuridad total colócate un antifaz, lo mismo para el silencio, utiliza tapone de silicona para los oídos. Además, la temperatura debe ser fresca, entre 21 y 25ºC.
- No fuerces el estar en la cama: En caso de que te despiertes durante la noche y comiences a dar vueltas, lo mejor es levantarse durante veinte minutos. Luego al volver a la cama nos será mucho más fácil pillar el sueño.
- Adopta rutinas: En esto nos basamos en algunos hábitos que permitan al cerebro indicar que ya llegó la hora de dormir. Por ejemplo: acostarnos siempre a la misma hora, preparar el ambiente disminuyendo la intensidad, apagar el ordenador o el móvil, son pautas para crear una rutina de sueño.